Zona: Kawaguchiko, Japón
VIDEO UTMF JAPAN
Japón era la excusa.
Desde que se hizo el Ultra Trail World
Tour, decidí que tenía que participar en esta carrera.
La Ultra Trail del Mont Fuji era muy
atractiva, tanto por la carrera como el país a visitar, Japón.
Siempre soñaba con visitar ese país, ¡y además me encanta el
sushi!
Lo tuve tan claro que solo abrirse las
inscripciones en enero, ya me inscribí. Y suerte, por que son de
esas carreras que en horas ya no hay dorsales.
Me motivó mucho que este fuera el
primer año en que la organización cambiara la época de la carrera,
siempre se hacía en invierno, con mucho frío, nieve... y este año
se hacía a finales de setiembre, con mejor tiempo y así poder
correr con más comodidad, o eso pensábamos, ya que luego nos
confirmaron que había sido la edición más dura de todas debido a
la lluvia y el barro.
Todo el verano entrenando y sin darme
cuenta, estaba cruzando medio mundo para tomar parte de la Ultra
Trail Mont Fuji. Esta carrera transcurre por un circuito circular
bordeando la montaña sagrada del Monte Fuji en 170kms por senderos,
bosques, grava volcánica, lagos etc...no se sube a una gran altura,
pero si que es una prueba rompepiernas (+9000desnivel) de montaña.
Sobre el material obligatorio, iba a ser bastante fácil, ya que es
una carrera NonStop con bastantes avituallamientos de comida y bebida
muy completos, así que con una ropa Goretex y unas barretas ya lo
tenía todo.
Antes de la carrera, hicimos un poco de
aclimatación por Japón, visitando la ciudad de Tokio.
Cuanto hay que aprender de los
Japoneses. En cuestión de orden y saber estar son muy buenos.
Nos pudimos dar cuenta que la carrera
estaría muy bien organizada solo con conocerles un poco. Y así fue.
Llegamos un día antes a la región de los cinco lagos, donde
Kawaguchiko era el pueblo de salida y meta. No hacía muy bueno,
llevaba dos días lloviendo y la predicción era que seguiría
lloviendo durante toda la carrera. Que mala suerte.
En esta aventura, me acompañó Tony
Andrades, experto en carreras Ultra por todo el planeta y mi mujer
Neus, que ya lleva muchos años en esto de acompañarme en las
carreras y con mucha experiencia en viajes. La verdad es que todo
salió a la perfección.
Cogimos el dorsal, dejamos la bolsa con
material para la mitad de carrera y nos revisaron todo el material
obligatorio ( prendas de manga larga, Goretex, guantes, mapas,
silbato, móvil, manta térmica...) , fuimos a cenar Sushi y ya
estábamos listos para comenzar.
La carrera comenzaba a las 13hrs, así
que un buen desayuno y a relajar piernas. Teníamos muchas ganas de
comenzar. Las 100millas es una distancia que ya habíamos
experimentado, pero esta vez por un terreno desconocido.
Decidimos salir tranquilos, por lo de
que son 170 Km, y además yo estaba con molestias en el gemelo desde
hace meses y Tony también quería ir a un ritmo controlado. Pero no
lo pensamos muy bien, ya que en la salida nos quedamos muy atrás, y
al ser unos 1000 participantes, enseguida se formo un tapón de gente
donde era imposible avanzar, ni siquiera podías correr. Eso no nos
gustó nada. Tardamos 40 minutos de reloj en hacer 3 Km, increíble.
Pero en cuanto pudimos salir del tumulto, que además lo hicimos por
la brava, ya que la gente iba en filas de dos caminando, y nosotros
como unos locos por los laterales adelantando sin parar, nos pusimos
a correr y a realizar nuestra carrera. Y todo eso bajo la lluvia.
Hasta la primera noche fui con Tony,
unos 45kms donde disfrutamos de unos paisajes auténticos. Debido a
la lluvia había mucho sendero lleno de barro donde más que una
carrera, parecía humor amarillo. Todos los japos, ya que el 80% de
los corredores eran japoneses, corriendo en manada cayéndose por los
suelos sin parar y nosotros con el sudor frío intentando no
torcernos los tobillos. Vaya situación!! Eso nos provocaba hasta
algunas risas.
También pasamos por bosques muy
frondosos y húmedos, llenos de musgo, también con rocas volcánicas
y bosques con árboles de 20 metros en fila que atravesabas por en
medio. El terreno era muy cambiante, así que eso lo hacía más
entretenido. Pasamos el primer avituallamiento y ya sabíamos que
hambre no íbamos a pasar. Sopas, fideos, chocolate, naranjas,
caramelos, plátanos, isotónico...una pasada! Pero estuvimos solo 3
minutos! Teníamos que avanzar y avanzar. Habíamos perdido mucho
tiempo.
Encontramos muchas subidas con cuerdas
y más senderos donde se podía correr mejor hasta el segundo
avituallamiento. De allí ya salimos con el frontal puesto. Nuestro
plan de llegar al tercer avituallamiento sin luz se había truncado.
Con el mal tiempo y que a las 6PM se hacía de noche tuvimos que
correr de noche hasta el tercer avituallamiento. Fue allí donde me
separé de Tony, me encontraba muy fino, pese al dolor en gemelo, y
decidí ir un poco más rápido.
Nada más salir del tercer
avituallamiento, venía una de las subidas más fuertes de la
carrera.
Poco a poco iba subiendo sin parar y
adelantando a gente. Eso me motivó mucho, pero sabía que no tenía
que apretar, sino seguir un ritmo constante y estar cómodo, aún
quedaba mucho por delante.
La gran humedad que había y la
distancia de 25kms entre el tercer y cuarto avituallamiento, me hizo
quedarme si agua a 7 o 8 kms de llegar al cuarto. La carrera reseguía
un río bastante caudaloso, me planteé hasta bajar a por agua, pero
era muy peligroso. Tomé una pastilla de sal para no sudar tanto y en
esas que veo una caseta con una luz. No lo pensé. Estaba vacía,
entré y rellené el bidón de un grifo del baño. Seguramente el
agua no estaba tratada, pero mi cuerpo necesitaba hidratarse como
fuera.
Llegué al control, la verdad, se me
hizo bastante largo. Allí comí dos platos de noodles, lo había
pasado un poco mal y necesitaba reponer fuerzas. Salí de nuevo
bastante rápido y no bajé el ritmo. La zona cruzaba unas torres
eléctricas y el recorrido era bastante corrible, así que aproveché
y apreté bastante, me sentía cómodo. Todo el rato controlaba mucho
el tema comida y bebida, barretas y sales, fue vital. Hubo un momento
que de tanto adelantar me quedé solo. Esos momentos son los
auténticos, uno solo de noche, por bosques desconocidos y siguiendo
marcas. Que pasada!
En esas que el gemelo me da un pinchazo
y me tiro al suelo. Ya me lo temía e iba procurando no forzar mucho
pero me dio. Rápidamente me bajé las medias compresivas me hice un
masaje con crema Bes-t taurina y también me tomé un Enantyum. Y
seguí corriendo con bastante dolor pero más aliviado. En ese tramo
coincidí con un corredor Chino y estuvimos charlando de carreras y
demás hasta que se hizo de día, a veces consigues evadirte un poco
de la competición con solo hablar y la verdad que nos fue muy bien
estar una horitas de palique.
Pero la carrera seguía y no podía
entretenerme. Llegué a la mitad de la carrera, Km 90, con muy buenas
sensaciones. La bolsa que dejamos para ese punto ni la toqué, solo
comí un par de platos de sopa, llené los bidones y a seguir. Me
encontraba muy positivo y con buen ritmo de carrera.
De ahí hasta el siguiente
avituallamiento fue el paisaje más bonito, por llanuras de flores
violetas y el Monte Fuji justo delante, fueron unos instantes
mágicos, de esos que sueñas cuando entrenas. Más o menos ya estaba
en mi grupo en el sentido de ritmo de carrera, pero veía que podía
apretar un poco más. Recorté mucho tiempo en los avituallamientos y
no dejé de correr, no quería andar. Me quedaba mucho pero tenía fe
en mis posibilidades. También veía a gente muy fuerte que
abandonaba, eso era una motivación extra, yo me sentía bien aunque
era muy duro, luego nos contaron lo de que fue la edición más dura
de todas.
Yo iba muy bien equipado con la ropa
del Team Sport HG Aml Sport. Transpiraba muy bien la humedad y el
sudor. Con los manguitos SportHG jugaba a subir y bajar según el
frío que hacía.
Hubo un avituallamiento que hasta
llegar a él, el camino era bordear un lago de bastantes kms, ese fue
mi mejor tramo. Puse la directa y no paré de correr ni un segundo.
Allí vi que iba a hacer una muy buena carrera ya que la gente andaba
mucho y yo aún podía correr. Me sentía muy fuerte.
Al llegar al avituallamiento me
revisaron el material obligatorio, cogí un Redbull y a seguir con la
buena racha. Todos se quedaron sorprendidos por que no paré nada.
Sabía que venía una subida de 6 kms y allí descansaría un poco.
Y así fue. Comenzó a llover de nuevo
y una subida muy muy fuerte con barro y cuerdas. Que manera de subir.
Tenía que comer barretas y algún gel para no venirme a bajo. La
verdad es que fue muy dura, pero lo bueno es que era de día y podía
ver todo mejor. A parte de la dureza, las vistas eran increíbles.
Cada curva era una foto. No me lo podía creer.
Y llegó el tramo para mi más duro.
Anteriormente pasamos por la ladera más cercana al Monte Fuji con
grava volcánica y unas subidas infernales, pero lo que venía era
demasiado béstia.
Un tramo que para mi incluso era
peligroso e inaccesible para la organización. Un sube y baja de
infarto con todos los sentidos puestos y que no te permitía ni
pensar. Un tramo donde desgasté mucho a falta de pocos kms. Se me
hizo muy largo llegar a Fujisan, donde sabía que estaba el último
avituallamiento antes de meta. La carrera estaba muy bien marcada,
pero un error humano hizo que me perdiera antes de llegar al último
avituallamiento. En los pueblos habían muchos voluntarios
señalizando, no había marcas, pues alguien no estaba donde tenía
que estar. Yo entré en el pueblo sabiendo que el avituallamiento
estaba allí, pero al ver que salía del pueblo y ver que entraba en
las montañas, vi que algo fallaba. Me había perdido. Volví por el
mismo camino como una bala maldiciendo todo!! jaja!! perdí unos 15
minutos, que no son muchos, pero me supo fatal.
Llegué al check point, cargué agua y
sin comer ni nada salí disparado para la última subida, que era
realmente dura. La hice a tope para no perder ni un segundo más, me
había tocado la moral. Las piernas ya no sentían nada. La soledad
en la última bajada me hizo reflexionar y decidí bajar un poco el
ritmo y saborear el último tramo y en esas que de repente vi el lago
Kawaguchiko, la meta.
Bordeé tranquilamente el lago, ya era
de noche, sobre las 8PM y al faltar un km a meta, veo a Neus, que
toda la carrera estuve pensando en ella, ya que por problemas esta
vez no pudo seguirnos, y la verdad, la eché de menos. Y con ella
corrí el último tramo hasta meta. SIN PALABRAS !
Todo el sacrificio de entrenos, el
llegar a Japón que no es fácil, toda la brutalidad de carrera con
ese clima tan malo que tuvimos, la lesión a última hora... se
recompensaron con cruzar la meta. Un subidón de los que hace tiempo
no sentía.
Muy satisfecho con el nivel que llevé
durante toda la carrera, me ayudó mucho el material que llevé,
desde ropa SportHG a mochila Nathan a cremas Bes-t, pulsera Safesport
ID, calcetines Injinji y el soporte incondicional de Blanes. Y
sobretodo de la gran compañía de Tony Andrades, que sin él esto de
los Ultra no sería lo mismo, por que valoramos la carrera pero
mimamos mucho la aventura en general, el disfrutar de correr y de
viajar. Y de Neus, que me da ese toque de seguridad y de
responsabilidad que hay que tener en este tipo de carreras. Me
encanta disfrutar con ella estas experiencias, nos hace
inseparables!!
y la próxima???? rematando con SAKE !!